En Cangas de Onís, camino del barrio de Contranquil, podemos encontranos con la Capilla de Santa Cruz y su Dolmen. La construcción de la Capilla Santa Cruz de Cangas de Onís, se remonta al 737 d. C., año en que el rey Favila y su esposa Froiluba promovieron la construcción de un templo para albergar la cruz de roble de éste pocos años después de la legendaria batalla de Covadonga (722). Eran los tiempos de Cangas de Onís como capital del reino astur.
Según la traducción del texto latino, la inscripción fundacional dice lo siguiente: «Vuelve a erigirse por precepto divino este monumento sagrado de obra modesta con los votos de los fieles. Resplandezca con intensa claridad ante la mirada sagrada de este templo, mostrando el signo de la Cruz. Que sea del agrado de Cristo este edificio, consagrado bajo el trofeo de la Cruz, que construyó con ostensible fe el siervo Favila con su esposa Froiluba y los amados hijos de su estirpe. Por lo cual, ¡oh, Cristo!, que les sea concedida por tu bondad gracia plena. Y al final del curso de sus vidas disfruten de tu generosa misericordia. Fueron consagrados aquí estos altares por el sacerdote Asterio el día trescientos del presente año. Transcurrida la sexta parte del siglo, corriendo la era septingentésima septuagésima quinta». La fábrica original se levantaba sobre un dolmen prehistórico (dolmen de Santa Cruz). El templo del s. VIII fue reconstruido en 1632; de aquel aún se conservaba entonces la lápida de consagración. Su sustituto llegó hasta 1936, y fue destruido durante la guerra civil. La capilla actual, es obra de posguerra.