El faro de Llanes fue inaugurado el 30 de setiembre de 1860. Se alza sobre la punta de San Antón, al sur de la ría de su mismo nombre. El edificio original era de planta rectangular; la torre, empotrada en la fachada Norte del edificio y de sección octogonal, así como balcón y linterna. En 1946 se produjo un incendio que destruyó parte del edificio, lo que obligó a su reconstrucción. Se mantuvo la torre original, pero esta vez empotrada en la esquina NE del edificio principal. En 1961 comenzaron las obras que han dado lugar al edificio existente en la actualidad, prolongación del anterior.
El aspecto actual del faro es el de una vivienda urbana de dos plantas, cubierta a dos aguas con teja de pizarra. En su cara meridional cuenta con 6 vanos y dos ventanas.
La ermita de la Virgen de La Guía se asienta en un alto del este de la villa-capital. Obra del siglo XVII, conoció varias remodelaciones, añadiéndole en una de ellas las dos torres almenadas de sección semicircular.
El puerto de Llanes es hoy uno de los atractivos turísticos de la zona, principalmente porque tras su ampliación en 1994, se realizó en la escollera una obra monumental, la realización de un mural sobre los cubos de cementos, de mano del artista vasco Agustín Ibarrola, que ha reconvertido la antiestética escollera del puerto, con todos los aparejos de los pescadores (la escollera también servía de vertedero de los desechos de los pescadores) y que atrae a miles de turistas cada año, reforzando el sector turístico en Llanes. Esta obra monumental recibe el nombre de Cubos de la Memoria.