Los hermanos Ibáñez fueron unos de los mayores empresarios de la emigración a México. Sus negocios fueron básicamente de algodón y textiles y sus barcos llegaban de América a Barcelona y a Liverpool. Para edificar una gran casa, Manuel Ibáñez Posada, encargó el proyecto al maestro de francés Brudard.
El contratista fue el maestro local Manuel Posada Noriega, un joven Que comenzaba su andadura y al que se le deben muchas de las casas de indianos del momento. El resultado es un edificio sobrio y austero. de volúmenes regulares y planos de fachada limpios. con balcones dispuestos de forma simétrica, destacando el central sobre una amplia repisa. Los exteriores se animan por la colocación de sillares vistos, en los enmarques de vanos y en las esquinas contrastando con el muro enlucido.
También la forma de las cubiertas con tejado a cuatro aguas y buhardillas conectan con la arquitectura tradicional de los palacios y casonas rurales. Los interiores están en consonancia estética con estas características.
Se entra por un amplio zaguán o anteportal que da paso a la escalera y la separa mediante puertas vidrieras. En las habitaciones de recibir, las paredes se enriquecen con "boisseries" de maderas nobles,y en los muebles predomina estilo español, de maderas oscuras y sólidas.